
Credit: Jeffersonn Castellanos/Univision45
Niveles peligrosamente altos de benceno siguen plagando a Channelview, Texas, a pesar de las advertencias que los reguladores estatales comenzaron a realizar hace casi 20 años sobre la presencia de la sustancia carcinogénica en la comunidad al este de Houston.
Datos del estado, recopilados durante las asignaciones de monitoreo del aire más recientes, incluyen una lectura de benceno tres veces superior a la pauta por hora establecida en Texas, que es, de por sí, la más débil del país. En dos ocasiones, los vapores de benceno fueron tan fuertes que los científicos de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas, o TCEQ por sus siglas en inglés, experimentaron dolores de cabeza y tuvieron que abandonar el área.
Los científicos visitaron Channelview —una comunidad no incorporada a 15 millas de distancia de Houston— en 2021 y 2022, pero la TCEQ no completó los informes sobre sus hallazgos hasta este año. Public Health Watch los obtuvo a través de solicitudes de información pública.
Casi la mitad de los promedios por hora que registró el equipo de monitoreo móvil de la TCEQ excedieron el nivel que California considera seguro, para establecer un punto comparativo. Tres fueron al menos 20 veces más altos de lo permitido en California.
Las lecturas también superaron lo que la ciudad de Houston considera seguro. Si los niveles encontrados en Channelview se hubieran registrado en la ciudad —que definió sus propias pautas para regular el benceno en 2020—, los residentes habrían recibido una orden de evacuación; ocho órdenes de refugiarse en casa; y ocho alertas.
Los residentes de Channelview no recibieron notificación alguna.
Breves exposiciones a altos niveles de benceno pueden causar somnolencia, mareos e inconsciencia, mientras que la exposición crónica a la sustancia se ha relacionado desde hace mucho tiempo con la leucemia y otros cánceres de la sangre. Estudios recientes también vinculan el químico con la diabetes y con problemas en la salud reproductiva.
“Definitivamente no quisiera ser la persona expuesta a esto”.
Loren Hopkins, catedrática de la Universidad Rice y experta en ciencias ambientales
Un portavoz de la TCEQ dijo que las pautas de Texas están “muy por debajo” del nivel en el que el estado ha establecido que se producen efectos en la salud. Esas pautas se basan en un puñado de estudios científicos realizados hace más de 30 años: en las décadas de 1980 y 1990. Las pautas más estrictas de Houston se basan en un artículo revisado por pares que evaluó 20 estudios publicados entre 2009 y 2019.
El portavoz de la TCEQ dijo que la agencia ha revisado la ciencia que respalda las pautas sobre el benceno utilizadas por otras instituciones, pero aducen que ninguna de ellas “ha justificado una reevaluación de las pautas de la TCEQ”.
“Solo porque un estudio científico sea más reciente no lo convierte en la mejor evidencia científica”, dijo el portavoz.

Los picos que el equipo de monitoreo de TCEQ encontró en 2021 y 2022 son particularmente alarmantes porque no fueron registrados por el monitor estático más cercano, cuyas lecturas anuales se utilizan para que el estado mida el riesgo de cáncer de los residentes. Public Health Watch descubrió la discrepancia cuando comparó las lecturas por hora recopiladas por los científicos de campo con las lecturas por hora de ese monitor fijo.
Loren Hopkins, catedrática de la Universidad Rice y experta en ciencias ambientales reconocida a nivel nacional, utilizó datos del monitor fijo para calcular el riesgo total de cáncer por exposición a sustancias químicas para los residentes del sur de Channelview. Ella concluyó que, en el lapso de su vida, enfrentan un riesgo de hasta 78 casos entre un millón de personas. Es decir, más del doble del promedio estatal y nacional de 30 en un millón.
El riesgo pudiera ser mucho mayor, dijo Hopkins, si el monitor no está capturando las emisiones de benceno que se desprenden de la esquina sureste de Channelview, como sugiere el análisis de Public Health Watch.
Hopkins, coautora del artículo que ayudó a crear las pautas de Houston, dijo que los niveles de benceno de Channelview son “inaceptablemente altos”.
“Definitivamente no quisiera ser la persona expuesta a esto”, expresó.
A Yvette Arellano, fundadora del grupo de justicia ambiental Fenceline Watch con sede en Houston, no le sorprende que los residentes de Channelview no fueran notificados sobre las altas concentraciones, ni que el monitor fijo de la TCEQ no esté posicionado para capturar las emisiones de una área que tiene antecedentes de producir contaminación por benceno.
“La gente que vive en comunidades a lo largo del Canal de Navegación de Houston sabe que esto no es una novedad”, dijo Arellano, cuyo grupo defiende a las personas que viven cerca de industrias contaminantes. “¿Es correcto? No, esto es completamente censurable”.
Para ella, la falta de supervisión es evidente. “Se trata de una industria como del salvaje oeste dentro de una gran ciudad del país”, expresó.
Channelview se ubica a unas pocas millas río arriba del Canal de Navegación de Houston, una vía fluvial de 52 millas de largo bordeada por cientos de instalaciones industriales. Las barcazas que transportan productos químicos hacia y desde los barcos, y las plantas químicas del canal, a menudo atracan en la comunidad de 45.700 habitantes, predominantemente latina.
Las pruebas más recientes del aire de Channelview fueron realizadas en junio por científicos de la Universidad Texas A&M. La institución educativa tiene una camioneta de monitoreo similar a la de la TCEQ. No ha finalizado su informe, pero Natalie Johnson, la toxicóloga respiratoria que lidera el equipo, dijo que registraron niveles instantáneos de benceno similares a los picos que la TCEQ encontró en 2021 y 2022. Una lectura instantánea dura un segundo.
Johnson dijo que compartirá los resultados con la TCEQ y también con la comunidad, cuando convoque a los residentes a una reunión agendada para enero.
Un portavoz de la TCEQ dijo que la agencia no tiene planes de abordar el tema de los niveles de benceno de Channelview, porque los promedios anuales registrados por el monitor fijo se encuentran dentro de los límites establecidos por el estado.
Un Vistazo a la Crisis de Benceno en Channelview
- Datos recientes muestran que en 2021 los residentes de Channelview, Texas, estuvieron expuestos a niveles tan altos del hidrocarburo benceno (también conocido como benzol), que en 20 años de medir la presencia delcancerígeno en la comunidad, nunca se habían registrado. Sin embargo, los reguladores estatales nunca se lo comunicaron a los residentes.
- Si los niveles de benceno de Channelview se hubieran registrado en la cercana ciudad de Houston, los habitantes habrían recibido una orden de evacuación; ocho órdenes de refugio en casa, y ocho alertas.
“Estas concentraciones de benceno no representan un riesgo para la salud humana ni para el medio ambiente, y no es necesario tomar más medidas”, dijo el portavoz.
Emisiones ‘persistentes y significativas’
Una investigación de Public Health Watch, publicada el año pasado, descubrió que los reguladores de Texas saben —desde al menos el año 2005— que los residentes de Channelview están expuestos a altos niveles de benceno, y que el equipo de monitoreo de la agencia TCEQ a menudo ha registrado las emisiones de benceno más altas en la esquina sureste de la comunidad. En ese punto se encuentra una instalación de limpieza de barcazas y distribución de productos químicos llamada K-Solv, situada cerca de casas de habitación. Menos de 600 pies separan a K-Solv de las residencias.
La agencia redujo su programa de monitoreo móvil a mediados de los 2000, y se asoció con universidades de Texas y la empresa privada FluxSense Inc. para monitorear periódicamente los niveles de sustancias químicas en el condado de Harris, incluido Channelview.
El informe más reciente de FluxSense, presentado en 2023, no menciona a K-Solv por nombre, pero incluye mapas que etiquetan el área inmediatamente alrededor de la instalación como “Sitio A”. El informe dice que desde al menos 2013 FluxSense ha “observado regularmente” una fuente de emisiones “persistentes y significativas” de benceno y otras sustancias químicas que atacan el sistema nervioso. Un portavoz de la TCEQ confirmó que la fuente era el Sitio A.

Cuando se produjo un incendio en el predio en el que se colocan los tanques químicos de K-Solv en 2021, el entonces director de monitoreo de la TCEQ dijo en un correo electrónico a su personal que la instalación era “conocida por las emisiones de benceno”.
El director ejecutivo de K-Solv, Todd Riddle, ha negado —repetidas veces— que la empresa sea una importante fuente de emisiones de benceno. Riddle se negó a ser entrevistado para este artículo, pero por medio de un correo electrónico dijo que las emisiones de benceno de su empresa son “minúsculas” en comparación con “las otras empresas y barcazas que nos rodean”.
“K-Solv está profundamente comprometida con la gestión ambiental y prioriza la salud y la seguridad de nuestra comunidad residencial en Channelview”, escribió Riddle. “Hemos invertido millones de dólares en sistemas avanzados de control de la contaminación para garantizar un entorno saludable para nuestros empleados y vecinos”.
Desde que la TCEQ descubrió altos niveles de benceno cerca de la instalación en 2005, la agencia ha permitido que K-Solv amplíe sus operaciones cuatro veces. K-Solv ahora puede legalmente emitir casi 20 veces más compuestos orgánicos volátiles (entre ellos el benceno) que la cantidad autorizada en 2005. El año pasado, la TCEQ permitió que K-Solv abriera una sucursal más pequeña en Channelview: un segundo negocio para lavar camiones que transportan productos químicos, que también libera compuestos orgánicos volátiles al aire, según se lee en su permiso.
Parámetros debilitados y la reubicación de un monitor trivializan la amenaza
La TCEQ ha tomado dos medidas a lo largo de los años que hacen que el problema del benceno de Channelview luzca menos impactante en papel.
Cuando otros estados endurecían sus protecciones, la agencia relajó sus pautas sobre el benceno. El parámetro por hora para medirlo se debilitó en un 620%. De 25 partes de benceno por mil millones de partes de aire —o ppmm— pasó a 180 ppmm. El parámetro anual se debilitó en un 40% (de 1 ppmm a 1.4 ppmm).
La TCEQ también movió el monitor estático más lejos de K-Solv, y ya no está en la dirección del viento desde la empresa. La agencia dijo que eligió la nueva ubicación para poder instalar un monitor más sofisticado que era demasiado grande para el antiguo sitio.
Durante los 18 meses previos a ese traslado, el monitor registró promedios anuales de benceno que superaron incluso la débil pauta anual de la TCEQ hasta por un 50%.
Desde que se cambió la ubicación del monitor, las emisiones anuales de benceno nunca han sobrepasado los parámetros, aunque siguen subiendo.
En junio, la TCEQ publicó unas directrices para proteger a sus científicos de campo de las emisiones químicas. Sugiere que abandonen una zona si los niveles instantáneos de benceno superan las 1080 ppmm, como en efecto sucedió cuatro veces durante sus visitas a Channelview.

La TCEQ regresa a Channelview
A diferencia de los previos informes de monitoreo que la TCEQ realizó en Channelview, los informes correspondientes a las visitas de 2021 y 2022 no mencionan a K-Solv —ni a ninguna otra instalación— como una fuente de contaminación.
Tim Doty, quien dirigió el equipo de monitoreo móvil de la TCEQ durante 17 años, revisó las direcciones del viento y las ubicaciones de las muestras incluidas en los documentos presentados con los informes. Dijo que los datos muestran que los científicos buscaron fuentes de benceno en todo el sur de Channelview, incluidas las barcazas amarradas a lo largo del río San Jacinto y las instalaciones al sur de las casas de Channelview. Pero, según Doty, estaban claramente enfocados en las emisiones de K-Solv y de las barcazas por ser limpiadas en el atracadero de la empresa.
“Al observar los datos, no hay duda de que la principal fuente de las concentraciones elevadas de benceno eran los alrededores de K-Solv”, dijo Doty. “Está justo ahí”.
Un portavoz de la TCEQ dijo que la agencia no identifica las fuentes de contaminación hasta que los investigadores hagan un seguimiento de los hallazgos del equipo de monitoreo. Una revisión de los registros de la agencia muestra que K-Solv fue la única compañía investigada como resultado de las visitas de monitoreo en el 2021 y 2022.
Mayor Riesgo de Cáncer y Escasa Supervisión
- El riesgo de cáncer por exposición a sustancias químicas en Channelview (78 casos por cada millón de personas, según un destacado científico) es más del doble del promedio nacional. Pero un análisis de Public Health Watch muestra que el riesgo probablemente sea mayor, porque un monitor de contaminación del aire, que se utiliza para medir el riesgo, no captura las emisiones más fuertes de benceno.
- La Comisión de Calidad Ambiental de Texas o TCEQ, la institución estatal que monitorea las acciones de las empresas en relación al medio ambiente, dice que no intervendrá en Channelview, porque las lecturas anuales del monitor están por debajo del límite de benceno del estado, que es uno de los más débiles del país.
En la visita de octubre de 2021, los científicos recopilaron datos en las afueras de K-Solv y otras instalaciones, incluida una de las refinerías más grandes del país. El promedio de 36.2 ppmm en 40 minutos tomado fuera de K-Solv fue el más alto del día. El segundo promedio más elevado, tomado en una muestra de 20 minutos en carreteras industriales al sur de Channelview, fue de solo 3.4 ppmm.
La mañana siguiente, tras que los científicos habían partido, un trabajador de una planta cercana se quejó ante la TCEQ de que K-Solv estaba liberando “olores muy fuertes y concentrados de gas natural y propano en el área”. Los humos eran tan potentes que los trabajadores de la jornada nocturna no podían salir del edificio, según dice el informe de seguimiento de la TCEQ.
El equipo de monitoreo regresó al sur de Channelview menos de dos semanas después, en noviembre de 2021.
Una tarde, los científicos escucharon un sonido fuerte “similar a un alivio de presión o la apertura de una junta desde la dirección de K-Solv”, según detalla el informe de la visita. Aproximadamente 45 segundos después, el nivel de benceno ascendió por encima de 500 ppmm y se mantuvo así durante aproximadamente un minuto.
Los niveles instantáneos de la muestra alcanzaron un máximo de 1.940 ppmm, muy por encima de las 1.080 ppmm que la TCEQ sugiere es el marcador para que los científicos abandonen el área. El promedio máximo de una hora de la muestra fue de 85.2 ppmm, lo cual es más de 10 veces más alto que el parámetro de California.
Dos muestras superaron incluso el parámetro debilitado (por hora) del estado de Texas de 180 ppmm.
Otra mañana antes del amanecer, los científicos registraron un promedio de una hora de 203.5 ppmm al otro lado de la calle de una zona residencial. Según el análisis que Doty hizo de los datos de la TCEQ, la muestra se encontraba principalmente en la dirección del viento desde K-Solv, a unos 500 ¿pies? al oeste de la instalación. Los científicos percibieron un fuerte olor a gasolina y sufrieron dolores de cabeza y mareos, según un informe de los toxicólogos de la TCEQ. Las lecturas instantáneas fueron tan altas (entre 800 y 1000 ppmm) que abandonaron la zona y monitorearon los niveles de forma remota.
En Houston, los funcionarios habrían emitido una orden de confinamiento, pero los residentes de Channelview no recibieron ninguna notificación.

Cuando, 18 horas y media después, los científicos estaban trabajando a una milla de distancia, tuvieron que retirarse y monitorear de forma remota de nuevo. Esta vez, las lecturas instantáneas se dispararon a 2487.9 ppmm —más del doble de la concentración a la que la TCEQ sugiere que su personal abandone el área—. El promedio más alto registrado en una hora fue de 534.6 ppmm —casi tres veces la directriz de Texas y casi 67 veces el límite de California—. De nuevo, los investigadores se quejaron de fuertes olores a gasolina y dolores de cabeza, e incluyeron esos datos en su informe.
Si esas lecturas se hubieran tomado en Houston, la población vecina habría sido evacuada. Una vez más, los residentes de Channelview no fueron notificados.
Aunque el informe de la visita no identificó la fuente de donde emanaba el benceno, señaló que la muestra se tomó cerca de cinco instalaciones, incluida una refinería, una empresa de reparación de tanques químicos y K-Solv. Esta última fue la única empresa que la TCEQ investigó después.
Además del benceno, el equipo de monitoreo móvil registró altos niveles de tolueno, que puede causar náuseas y fatiga, así como de 1,3-butadieno, que puede causar leucemia. El informe de la TCEQ dijo que no discutió estos hallazgos porque los niveles no excedieron las pautas estatales.
“Es obvio que no querían que la gente viera estos números. Dos años después es bastante vergonzoso; más que bastante vergonzoso”.
tim doty, quien dirigió el equipo de monitoreo móvil de la TCEQ
Tres semanas después de la visita de los científicos en noviembre, el trabajador que se había quejado sobre K-Solv en octubre contactó a la agencia otra vez. El trabajador dijo que el olor de K-Solv se infiltró en los conductos de ventilación de su lugar de trabajo. Cada vez que aparecía, el trabajador tenía ojos llorosos y experimentaba picazón, secreción nasal y dolor de cabeza “debido a lo fuerte del olor”.
El mismo trabajador presentó una tercera queja en febrero de 2022.
“El denunciante afirmó que los olores han estado ocurriendo durante más de dos años y están presentes principalmente durante la noche, pero desaparecen poco después del amanecer”, según dice el informe de investigación de seguimiento.
El Monitor Estatal No Registró las Lecturas Más Altas de Benceno en Channelview
El 8 de noviembre de 2021, los científicos de campo de la TCEQ registraron dos promedios de benceno (de una hora cada uno) que superaron las pautas del estado. Pero ninguno apareció en el monitor fijo de la TCEQ, cuyas lecturas se utilizan para medir el riesgo de cáncer de los residentes. Cuando los científicos midieron un promedio de una hora de 203.5 partes de benceno por mil millones de partes de aire (ppmm), el monitor registró solo 1.2 ppmm. Cuando los científicos registraron un promedio por hora de 534.6 ppb, el promedio más alto del monitor fue sólo de 7.8 ppmm.

El equipo de monitoreo viajó nuevamente a Channelview en mayo de 2022 y registró niveles de benceno fuera de K-Solv que estaban dentro de los límites establecidos por el estado. Pero los resultados muestran grandes diferencias entre las lecturas tomadas fuera de la empresa y lo que registró el monitor fijo. El promedio más bajo de una hora fuera de K-Solv fue de 4.3 ppmm. El promedio más alto en el monitor durante ese período fue de solo 0.1 ppmm.
Cuatro meses después, FluxSense tomó lecturas químicas en todo el condado de Harris para estudios realizados por la TCEQ y la Universidad de Houston.
El toxicólogo jefe de la TCEQ pidió a los científicos que le prestaran atención a Channelview, “particularmente al benceno”, según relatan correos electrónicos internos. Un funcionario de la TCEQ, cuyo trabajo se enfoca en la calidad del aire, les dio a los integrantes del equipo un mapa de Google que mostraba “ubicaciones de interés”. K-Solv era la única instalación etiquetada en el sur de Channelview.
El informe de FluxSense indicó que cuando el viento soplaba de este a oeste, los científicos “casi siempre detectaban” benceno a lo largo del cerco del Sitio A, que es el área inmediata alrededor de K-Solv.
“Es evidente que el benceno emitido desde el Sitio A de Channelview… se mueve a través del área residencial [vecina]”, dice el informe.
Cuándo Huir del Benceno
- La agencia TCEQ recomienda que su personal abandone un área si las lecturas de benceno alcanzan un cierto nivel, lo que en efecto tuvieron que hacer cuatro veces en Channelview en 2021.
La concentración promedio de benceno en el Sitio A fue la más alta registrada en todo el condado. Esa concentración fue casi cinco veces más elevada que el segundo promedio más alto, que se tomó al otro lado del Canal de Navegación en Deer Park. Una columna de humo en la dirección del viento desde el Sitio A tenía una concentración promedio de benceno de 168 ppmm y una lectura instantánea máxima de 1065 ppmm.

FluxSense también señaló que, durante el día, las emisiones del Sitio A se “diluían significativamente” cuando llegaban al monitor fijo, probablemente “a causa de la distancia” —aproximadamente una milla— entre la instalación y el monitor.
Riddle, el director ejecutivo de K-Solv, dijo que la empresa es responsable de “menos del 0.01% de la cuota de emisiones de benceno en la zona”, según sus consultores ambientales. Sin embargo, no respondió a las preguntas que se le hicieron sobre los datos que respaldan esa cifra.
Riddle dijo que cuando los investigadores de la TCEQ visitaron la instalación en 2021 y 2022, hubo “al menos cuatro ocasiones” en las que no encontraron “emisiones visibles” ni compuestos orgánicos volátiles.
Investigaciones y multa
En mayo —dos años después de la visita del equipo de monitoreo de la TCEQ a Channelview en 2022—, la agencia terminó su último informe y propuso una multa de 164.996 dólares para K-Solv por 17 infracciones detectadas durante las investigaciones de seguimiento.
Doty, el antiguo científico de la TCEQ, dijo que la demora entre las visitas de monitoreo y los informes finales había sido “ridícula”. Explicó que su equipo tardaba entre cuatro y seis meses en finalizar los informes normalmente.
“Es obvio que no querían que la gente viera estos números”, dijo Doty. “Dos años después es bastante vergonzoso; más que bastante vergonzoso”.
La TCEQ dijo que su cronograma para preparar informes varía según el proyecto.
“Para este proyecto, el alcance era amplio, había nueva instrumentación y había un gran volumen de datos”, explicó un portavoz de la agencia. “En el período intermedio, antes de que el informe fuera definitivo, hubo comunicación entre la División de Monitoreo y la oficina regional, para facilitar las actividades de seguimiento”.
El documento de sanciones que la TCEQ envió a K-Solv detalló las 17 presuntas infracciones de la empresa.
Decía que la empresa hizo funcionar su equipo de control de la contaminación de forma incorrecta durante casi 74 horas entre el 12 de noviembre y el 31 de diciembre de 2021. Decía que K-Solv cometió la misma infracción casi un año después: esta vez durante 202 horas y 55 minutos entre enero y abril de 2023.
K-Solv tampoco cargó productos químicos líquidos de una manera preventiva, que limitara las emisiones, decía el documento de la TCEQ; y a veces almacenaba benceno al 100% de concentración —el doble de lo estipulado en su permiso—. Cinco infracciones más fueron por no mantener los registros requeridos, entre ellos las pruebas anuales de los camiones cisterna y las inspecciones semanales de varios equipos.
La TCEQ le dio a K-Solv un mes para responder a las acusaciones del estado. Luego aprobó una extensión de dos semanas. Cuando K-Solv no cumplió con ese plazo tampoco, la agencia envió el caso a su oficina de litigios.
Riddle atribuyó una de las infracciones a una equivocación administrativa que llevó a la empresa a registrar por error que había almacenado benceno al 100% de concentración. Dijo que K-Solv procedió a firmar los documentos de la sanción, incluida la infracción del benceno, porque era “la forma más sencilla de resolver el asunto”.
K-Solv no pagó la multa completa de 164,996 dólares, ya que recibió un descuento “único” de 32,999 dólares. El documento punitivo dice que las empresas obtienen ese descuento si “cumplen satisfactoriamente con todas las disposiciones de la orden dentro de los plazos establecidos”.
Public Health Watch preguntó a la TCEQ por qué K-Solv calificó para recibir el descuento a pesar de que no cumplió con el plazo original, ni con la extensión de dos semanas. Un portavoz de la agencia dijo que “en septiembre de 2024, K-Solv firmó la orden y pagó el monto de la multa propuesta, logrando así el acuerdo”.
Una emisión no reportada
En noviembre, K-Solv tuvo otra fuga significativa de sustancias químicas.
Un sábado por la tarde, el departamento de Bomberos de Channelview recibió una llamada sobre un fuerte olor a propano que emanaba de una fuente desconocida. Los bomberos descubrieron que un tanque de 250 galones en K-Solv estaba perdiendo acetato de butilo líquido y “creando una nube de vapor” que se acercaba a las casas, según el informe de los rescatistas.
Emisiones de Benceno Permitidas
Según los registros del estado, K-Sove, una empresa de Channelview, es “conocida por sus emisiones de benceno” desde hace años. Aun así, la TCEQ permitió que K-Solv se expandiera, y amplió el marco legal para que la empresa emitiera aún más benceno. En noviembre, la empresa tuvo otra fuga que provocó la evacuación de los residentes de tres casas cercanas. K-Solv ha negado que sea una principal fuente de benceno en la zona.
El acetato de butilo es una sustancia química altamente inflamable que se encuentra en lacas y quitaesmaltes. En grandes cantidades, puede causar dificultad para respirar, confusión y desmayos. En declaraciones a los medios, el director de salud, seguridad y protección ambiental de K-Solv describió el acetato de butilo como “un producto utilizado en perfumes y productos de cuidado personal de uso diario”.
Los bomberos sugirieron que los residentes de tres casas cercanas evacuaran y no retornaran hasta que se contuviera la fuga, unas dos horas y media después.
Las instalaciones contaminantes deben reportar las fugas de acetato de butilo a la TCEQ solo si las emisiones sobrepasan las 100 libras.
Un portavoz de la TCEQ dijo que la agencia se comunicó con K-Solv sobre el incidente y la compañía “indicó que la cantidad liberada fue inferior a la cantidad que se debe reportar”. Dijo que la agencia coordinó con los Servicios de Control de la Contaminación del condado de Harris y les dijeron que “no hubo impactos externos”. Añadió que “no se solicitó más asistencia de la TCEQ”.
K-Solv dijo que realiza una investigación interna para evitar incidentes similares.
En su declaración a los medios, la empresa dijo que “K-Solv está orgullosa de su enfoque proactivo en la gestión ambiental y continuará trabajando diligentemente para salvaguardar la salud y el bienestar de los residentes de Channelview, muchos de los cuales son nuestros valiosos empleados”.

